Toledo: Historia Viva a Pasos de Madrid

Estando en Madrid, decidimos hacer una escapada a la ciudad imperial de Toledo. Tomamos el metro hasta la terminal de buses y, desde allí, un micro de la empresa Alsa nos llevó en aproximadamente 50 minutos por €13 ida y vuelta.

Toledo nos recibió con su imponente silueta medieval, una ciudad que parece detenida en el tiempo. No es casualidad que se la conozca como la “ciudad de las tres culturas”: durante siglos, cristianos, judíos y musulmanes convivieron aquí, dejando una huella única que se respira en cada rincón.

Desde la estación caminamos hacia la ciudad amurallada. Para nuestra sorpresa, encontramos unas escaleras mecánicas que facilitan el ascenso, lo cual fue un alivio para comenzar el paseo con buen ritmo.

Entramos por la emblemática Puerta de Bisagra, una de las entradas históricas más imponentes de la ciudad. Justo allí nos encontramos con una estatua majestuosa que representa al rey Alfonso VI de León y Castilla, quien reconquistó Toledo el 25 de mayo de 1085, marcando un antes y un después en la historia local. Su entrada por esta misma puerta selló el fin del dominio musulmán y dio inicio a una era de convivencia entre religiones que definiría la identidad toledana.

Nuestra primera parada fue el Café de Montaña, donde repusimos energías con un exquisito café colombiano. Ya con más fuerzas, nos lanzamos a explorar las múltiples subidas y bajadas que conforman esta ciudad tan única. Así llegamos a la Catedral Primada, una obra monumental que literalmente te deja sin aliento por su majestuosidad y belleza. Es uno de los templos góticos más impresionantes de Europa.

Después, visitamos el Museo Sefardí, ubicado en la hermosa Sinagoga del Tránsito, construida en el siglo XIV por Samuel ha-Leví, tesorero del rey Pedro I de Castilla. Fue muy especial para mí, ya que era una de las primeras veces que entraba a una sinagoga. El museo rescata con delicadeza la historia del pueblo judío en la península ibérica, desde su llegada en tiempos romanos hasta la expulsión en 1492.

A las 15:30 hicimos un free tour con Susana, una guía que supo contarnos con mucha claridad y pasión sobre la historia de Toledo. Me sorprendió especialmente cómo, durante la Edad Media, esta ciudad fue un verdadero faro de conocimiento y tolerancia. Aquí florecieron las ciencias, la filosofía y las letras gracias a la interacción entre culturas. Fue, en su tiempo, uno de los grandes centros de traducción del saber antiguo al latín y al castellano.

Nos quedó pendiente visitar el Museo del Greco, dedicado al gran artista de origen griego que vivió en Toledo durante unos 40 años. Será sin dudas una buena excusa para volver.

Toledo es una joya. Está tan cerca de Madrid, es tan accesible y tiene tanto para ofrecer que no debería faltar en ningún itinerario. Historia, arte y cultura conviven en cada piedra de esta ciudad espectacular.

Parque de La Vega
Catedral Primada
Artesanos locales
Uno de los tantos callejones
Alfonso VI de León y Castilla
Dentro de la sinagoga
Una Torá
Cae la noche y se enciende la ciudad

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